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21 oct 2010

Jardines de Perón: un remanso entre Azca y el Bernabéu

Con sus 2,61 hectáreas arboladas nadie diría que al pasear por los Jardines de Perón se encuentra a un paso de la Castellana, del Santiago Bernabéu, de Azca, del centro de negocios Cuzco, de la Torre Picasso, pero efectivamente ahí está, en el corazón financiero de Madrid. Los Jardines de Perón se podría decir que conforman el área más "noble" del distrito de Tetuán, y digo noble por la belleza de los árboles, por lo amplio de las calles y avenidas que lo rodean (General Perón, Capitán Haya, Orense) y también, ¿por qué no? por el precio del metro cuadrado de la vivienda (según el portal Idealista.com una media de 4.200 euros por metro cuadrado).

Es quizás por ello que tienen doble valor. A pesar de que parezca un espacio pequeño, que recorre todo lo largo de la Avenida del General Perón, desde su interior se da uno cuenta de lo grandes que son estos jardines. Albergan cuatro áreas de juegos para niños, un "área canina" bastante grande y cerrada para que nuestros amigos los canes corran a sus anchas,  una pérgola de la que caen como racimos unas hermosas y olorosas flores similares a las lilas (¡hum! en primavera huele a miel), e incluso una zona deportiva, con varias máquinas para alzar pesas, hacer bicicleta, etc. Al espacio ajardinado y a los parques de juego se suman el bibliobús, una fuente y restaurantes con terrazas para poder comer al aire libre, abiertas desde temprana primavera hasta bien entrado el otoño.

Los jardines se realizaron en honor al General Perón, cuya estatua se alza en el centro de la Avenida. Fue inaugurada en febrero de 1975, justamente en el aniversario de su muerte y se debe la misma al escultor bilbaíno Agustín de la Herrán, autor realista que destaca sobre todo por su escultura religiosa y por sus retratos. Su obra más conocida, por su monumentalidad (32 metros de altura), es la Virgen de Quito, en Ecuador. Para su factura se contó con una colecta de voluntarios argentinos y españoles. Posteriormente el Ayuntamiento de Madrid pondría el pedestal, en el que hoy se pueden observar diversas placas conmemorativas que se han ido añadiendo con el tiempo en reconocimiento a su labor por este país sudamericano.

Lo que más me llama la atención y la razón por la que su visita se hace imprescindible si vienes a Tetuán, es que una vez que estás dentro, como por arte de magia, desaparece el ruido y el bullicio típico de Madrid y de repente crees estar en un pequeño paraíso.

METRO: Santiago Bernabeu
BUS: 5 , 43 , 149
Texto y fotos: BeaBurgos

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1 comentario:

Esetena dijo...

Es verdad!! Nadie diría que existe ese remanso de paz en medio de tanto bullicio urbano. Unas fotos preciosas!!