Esto sí que nos llama la atención. Que los chinos se pongan de huelga es algo que jamás nos habríamos pensado. Sin embargo hoy la gran mayoría han decidido secundar la huelga general convocada por los sindicatos. ¿Por qué?
Decido salir a las calles de Tetuán y ver el ambiente. Parece un día normal, todos los comercios están abiertos, las calles plagadas de gente, sin embargo, cuando voy a comprar el pan, me encuentro el primer comercio cerrado. Es de comestibles y está regentado por un joven matrimonio chino.
Más adelante me encuentro a tres trabajadores del O.R.A. muy afanados en poner una multa a un coche. Van de tres en tres. Estos sí que no hacen huelga, vaya, lo cual no estaría nada mal. Me llama la atención que todos los comercios estén abiertos: bares, tiendas de comestibles, tiendas de ropa, de calzado. Ni los pequeños comercios ni las franquicias. El día transcurre con total normalidad por las calles de Tetuán.
En la calle Villaamil veo a una pareja china que me resulta familiar. Están paseando al sol de Madrid, van a hacer las compras pero no como un día más. Se han dejado el carro del supermercado que usan para abastecer su comercio y llevan un pequeño carrito doméstico. Se dirigen al Mercadona y pasean tranquilos hasta que se detienen a saludar a un compaisano, Lin, que tiene el negocio abierto. Saludo a Lin y le pregunto las razones por las que los chinos cierran: “Mis compaisanos trabajan 16 horas al día y para un día que hay huelga, todos deciden tomársela. Yo voy a cerrar por la tarde. Por la mañana no lo hago porque tengo pan y necesito venderlo”.
A lo largo de la calle de Francos Rodríguez, en el tramo que va de Bravo Murillo a Lope de Haro, han abierto en los últimos meses gran cantidad de negocios chinos. En total se pueden contar una decena en una distancia de unos 150 metros. Peluquerías, salones de belleza, tiendas de ropa y de complementos están cerrados. Se podría decir que el 95% de los chinos han secundado la huelga. No es de extrañar que lo hayan hecho. En la tienda de Fan, un comercio de frutas que forma parte de ese 5% de comercios chinos abiertos, echo una mirada de refilón a un periódico chino donde se pueden distinguir claramente las siglas de comisiones obreras.
Fan me lo enseña. Es el Huaxiang, un periódico que leen habitualmente los inmigrantes chinos de Madrid (y el de mayor tirada en esta lengua en la capital), y me dice que en él se les recomendaba no abrir para evitar conflictos. Pregunto también al resto de los comerciantes del barrio, que diría que están abiertos el 100% y me dicen que los chinos no abren por miedo, pero, cuando pregunto a Fan, parece más bien una cuestión de desinformación “¿Hay huelga? La hacemos. En China también la hacemos”. Cuando le pregunto si sabe de qué va la huelga de repente parece no entender el español.
Texto y fotos: BeaBurgos (http://twitter.com/TetuanMadrid)
Noticias relacionadas:
Crónica de una huelga anunciada
Quizás también te interese:
La tabacalera de Lavapiés.