Si ayer os dejaba una fotografía titulada "Amor a pie de calle" tomada en Bravo Murillo y os contaba cómo me había arrancado una sonrisa, la tarde terminó de otra manera: sobre las 4 de la tarde me informaron por Twitter de que había sucedido algo trágico en Bravo Murillo, un accidente y dos motos involucradas. Rápidamente hice una búsqueda y encontré que la cuenta del SAMUR informaba de la muerte de uno de ellos, un joven de 36 años.
Quedé en shock. Paso prácticamente todos los días por ahí (Bravo Murillo 110, justo al lado del Mercado Maravillas, entre la calle Hernani y Guipúzcoa) en bicicleta. Muchos días confieso que paso miedo. Los coches respetan poco a las bicicletas, pero especialmente a quienes temo es a los camiones y los conductores de autobuses urbanos, que ocupan muy a menudo el carril sin guardar distancias de seguridad.
La noticia del accidente y la muerte de este joven me dejó mal cuerpo durante toda la tarde. Me hizo plantearme si mi voluntad de dar solo noticias positivas sobre el barrio es demasiado parcial, como ponerme una venda yo misma... Llevo más de dos años escribiendo, reflexionando e informando sobre Tetuán y hasta ahora no había publicado una sola noticia negativa. Lo más cerca que estuve fue aquel accidente que sucedió justo delante de mí hace poco más de un año y que también me afectó sobremanera.
Ayer decidí no ir al lugar del accidente, pero tratar de conseguir información preguntando a los vecinos que sí lo presenciaron. Por la noche, a través de Facebook, pregunté a amigos, vecinos y lectores qué les parecía que publicase la noticia y todos, absolutamente todos, me dijeron que era algo sobre lo que debía informar, porque nos ayudará a ser más conscientes del peligro.
Entre los comentarios que recibí estaban también los de Valeria, la reportera de Madrid Directo a quien conocí el junio pasado cuando vino al barrio porque un hombre había sido apuñadado. Esta vez le tocó cubrirlo en directo para su programa y que aún por la noche me confesaba estar en shock.
Ayer fue una tarde y una noche dura, pero finalmente publiqué mi primera noticia no positiva sobre Tetuán. Espero que nos sirva para reflexionar, para ir con mil ojos, conducir con más cuidado, concienciarnos de respetar a las bicicletas, motocicletas y peatones, que Bravo Murillo ya se ha cobrado suficientes vidas.
Quedé en shock. Paso prácticamente todos los días por ahí (Bravo Murillo 110, justo al lado del Mercado Maravillas, entre la calle Hernani y Guipúzcoa) en bicicleta. Muchos días confieso que paso miedo. Los coches respetan poco a las bicicletas, pero especialmente a quienes temo es a los camiones y los conductores de autobuses urbanos, que ocupan muy a menudo el carril sin guardar distancias de seguridad.
La noticia del accidente y la muerte de este joven me dejó mal cuerpo durante toda la tarde. Me hizo plantearme si mi voluntad de dar solo noticias positivas sobre el barrio es demasiado parcial, como ponerme una venda yo misma... Llevo más de dos años escribiendo, reflexionando e informando sobre Tetuán y hasta ahora no había publicado una sola noticia negativa. Lo más cerca que estuve fue aquel accidente que sucedió justo delante de mí hace poco más de un año y que también me afectó sobremanera.
Ayer decidí no ir al lugar del accidente, pero tratar de conseguir información preguntando a los vecinos que sí lo presenciaron. Por la noche, a través de Facebook, pregunté a amigos, vecinos y lectores qué les parecía que publicase la noticia y todos, absolutamente todos, me dijeron que era algo sobre lo que debía informar, porque nos ayudará a ser más conscientes del peligro.
Entre los comentarios que recibí estaban también los de Valeria, la reportera de Madrid Directo a quien conocí el junio pasado cuando vino al barrio porque un hombre había sido apuñadado. Esta vez le tocó cubrirlo en directo para su programa y que aún por la noche me confesaba estar en shock.
Ayer fue una tarde y una noche dura, pero finalmente publiqué mi primera noticia no positiva sobre Tetuán. Espero que nos sirva para reflexionar, para ir con mil ojos, conducir con más cuidado, concienciarnos de respetar a las bicicletas, motocicletas y peatones, que Bravo Murillo ya se ha cobrado suficientes vidas.
Imagen de SAMUR |