"Soy la chula, madrileña
más castiza que ha nacío.
Soy más chula que mi agüela,
y hay que ver lo que ella ha sío.
Yo no soy de Maravillas
Yo no soy de San Andrés.
Ni he nacío en las Vistillas,
ni he nacío en Lavapiés.
Y ustés al oírme
de fijo dirán:
¿Este monumento
de dónde será?
Pues casi na.
Pues casi na.
Soy de los Cuatro Caminos,
el barrio de la garata.
Lo mejor de los madriles,
donde está la flor y nata.
Pues tenemos autobuses
y un gran metropolitano,
y hasta casas rascacielos
como los americanos.
Con mi garbo y mi alegría,
me paseo por allí,
y los hombres al mirarme
me requiebran siempre así:
Madrileña, madrileña,
la de los Cuatro Caminos;
dime por cuál he de irme
para encontrarme tu cariño.
Madrileña, gata mía;
dímelo, por compasión,
y no me mires de esa manera
que vas a ser mi perdición."
Así cantaba Rosiña en una zarzuela estrenada en Madrid el 27 de febrero de 1928. La zarzuela se titulaba "La Chula de Pontevedra", un sainete en dos actos, con prólogo y cinco cuadros, con letra de E. Paradas y J. Jiménez y música de los maestros Luna y Brú.
Rosiña era una gallega emigrada a Madrid que prestaba servicios como doméstica. La zarzuela en cuestión nos habla de esa época en que el barrio de Cuatro Caminos empezó a extenderse, a llenarse de emigrantes venidos de toda España, y tener los servicios de la ciudad (autobuses, tranvías, comercios y hasta cines).
Era la época del chotis, del charlestón y las chulapas, la época de las cigarreras, del pelo "ondulao" y de las chulas de Madrid y sonaba así...
más castiza que ha nacío.
Soy más chula que mi agüela,
y hay que ver lo que ella ha sío.
Yo no soy de Maravillas
Yo no soy de San Andrés.
Ni he nacío en las Vistillas,
ni he nacío en Lavapiés.
Y ustés al oírme
de fijo dirán:
¿Este monumento
de dónde será?
Pues casi na.
Pues casi na.
Soy de los Cuatro Caminos,
el barrio de la garata.
Lo mejor de los madriles,
donde está la flor y nata.
Pues tenemos autobuses
y un gran metropolitano,
y hasta casas rascacielos
como los americanos.
Con mi garbo y mi alegría,
me paseo por allí,
y los hombres al mirarme
me requiebran siempre así:
Madrileña, madrileña,
la de los Cuatro Caminos;
dime por cuál he de irme
para encontrarme tu cariño.
Madrileña, gata mía;
dímelo, por compasión,
y no me mires de esa manera
que vas a ser mi perdición."
Así cantaba Rosiña en una zarzuela estrenada en Madrid el 27 de febrero de 1928. La zarzuela se titulaba "La Chula de Pontevedra", un sainete en dos actos, con prólogo y cinco cuadros, con letra de E. Paradas y J. Jiménez y música de los maestros Luna y Brú.
Rosiña era una gallega emigrada a Madrid que prestaba servicios como doméstica. La zarzuela en cuestión nos habla de esa época en que el barrio de Cuatro Caminos empezó a extenderse, a llenarse de emigrantes venidos de toda España, y tener los servicios de la ciudad (autobuses, tranvías, comercios y hasta cines).
Era la época del chotis, del charlestón y las chulapas, la época de las cigarreras, del pelo "ondulao" y de las chulas de Madrid y sonaba así...
1 comentario:
Tetuán es el centro de todo, ¡qué genial!
Un saludo.
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