Domitila Barrios. Foto: Vivir de buena gana |
Generalmente se trataba de mujeres viudas o huérfanas de mineros (en ocasiones, dependiendo de cada mina, podían trabajar cuando su marido estaba vivo) a quienes se les concedía, a modo de favor, continuar la labor de su marido o padre fallecido para que sus hijos no murieran de hambre.
Hace poco más de dos meses, con 74 años, fallecía Domitila Barrios, una noticia que pasó prácticamente desapercibida en los medios españoles, pero el otro día, en su visita a España, Eduardo Galeano no se olvidó de ella durante la presentación de su último libro en Casa de América.
Galeano recordó aquellas palabras de Doña Domi que ya son, podríamos decir, patrimonio de la humanidad: " Nuestro enemigo principal no es el imperialismo, ni la burguesía. Nuestro enemigo principal es el miedo, y lo llevamos dentro”.
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