Un día como hoy las plantas de la huertita deben de estar dando saltos de alegría... la lluvia por fin llegó y durante unos días las pobres no pasarán sed. Parece increíble, pero en medio de las casas, rodeadas de unos mezquinos muros de hormigón, se levanta este pequeño vergel urbano.
Qué sorpresa tan grata me llevé el otro día cuando saqué a pasear mi cámara por las calles de Tetuán, tomo la calle Navarra, en la Plaza del Poeta Leopoldo de Luis giro y tomo la calle Castilla, desciendo por la calle Tenerife, y así, como quien no quiere la cosa, me encuentro un cartel con flores donde reza "la huertita de Tetuán". La curiosidad mataría al gato, pero yo, si no fuera por mi instinto y curiosidad, hace tiempo que habría cerrado este blog. Así que me acerco y ¿qué me encuentro? una pequeña huerta en toda regla, con una gran variedad de plantas que han logrado sobrevivir a los calores del verano madrileño: tomates, girasoles, hierbas aromáticas (salvia, albahaca, romero...), pepinos, calabacines...
¡Pero bueno! Esto sí que es un descubrimiento. Después de lamentarme de la cantidad de solares que se han creado este verano por las demoliciones de edificios (en esta entrada titulada "Demolición" lo comento pero en muchos otros puntos de Tetuán han tirado abajo edificios, por ejemplo en la calle Margaritas, en José Calvo..) para construir probablemente pequeñas torres, un poco de oxígeno y luz en el barrio es una infusión de alegría.
A lo largo de mi recorrido no había dejado de ver solares abandonados, en los que crecían unos fresnos desabridos, como si fueran los "malotes" de la panda que no dejan que nadie se acerque a su espacio. En cambio aquí me encuentro con Noelia, que tiene el lomo doblado sobre un semillero, que va cambiando cuidadosamente la tierra de los surcos para alimentar las raíces hambrientas. Noelia me sonríe y aprovechamos el alegre encuentro para que me cuente algo más de la huertita: se trata de un pequeño solar de unos 200 metros a lo sumo (vale, no soy arquitecta y calculo fatal los espacios) que desde hace años está abandonado y al que, tras una breve incursión de un colectivo que rápidamente se convirtió en un acuerdo con los dueños y los vecinos, se le dio un mejor destino.
Al tratarse de una huerta vecinal, todo el mundo es bienvenido, puedes participar llevando agua, semillas, ayudando con la creación de bancales, la limpieza de hierbas malas, echar una mano con el compost, etc. Eso sí, su principio es el de la agricultura ecológica (nada de pesticidas ni químicos). En cuanto a la organización, básicamente el horario seguro de reunión es los domingos de 6 a 8 de la tarde, pero el resto de los días, si te acercas, seguramente encontrarás a alguno de los más fieles a la huertita que se encargan de regar y mantenerlo todo en orden. Por cierto, se organizan tan bien que mantienen un calendario de riego online para que no se riegue más o menos de la cuenta.
Qué sorpresa tan grata me llevé el otro día cuando saqué a pasear mi cámara por las calles de Tetuán, tomo la calle Navarra, en la Plaza del Poeta Leopoldo de Luis giro y tomo la calle Castilla, desciendo por la calle Tenerife, y así, como quien no quiere la cosa, me encuentro un cartel con flores donde reza "la huertita de Tetuán". La curiosidad mataría al gato, pero yo, si no fuera por mi instinto y curiosidad, hace tiempo que habría cerrado este blog. Así que me acerco y ¿qué me encuentro? una pequeña huerta en toda regla, con una gran variedad de plantas que han logrado sobrevivir a los calores del verano madrileño: tomates, girasoles, hierbas aromáticas (salvia, albahaca, romero...), pepinos, calabacines...
¡Pero bueno! Esto sí que es un descubrimiento. Después de lamentarme de la cantidad de solares que se han creado este verano por las demoliciones de edificios (en esta entrada titulada "Demolición" lo comento pero en muchos otros puntos de Tetuán han tirado abajo edificios, por ejemplo en la calle Margaritas, en José Calvo..) para construir probablemente pequeñas torres, un poco de oxígeno y luz en el barrio es una infusión de alegría.
A lo largo de mi recorrido no había dejado de ver solares abandonados, en los que crecían unos fresnos desabridos, como si fueran los "malotes" de la panda que no dejan que nadie se acerque a su espacio. En cambio aquí me encuentro con Noelia, que tiene el lomo doblado sobre un semillero, que va cambiando cuidadosamente la tierra de los surcos para alimentar las raíces hambrientas. Noelia me sonríe y aprovechamos el alegre encuentro para que me cuente algo más de la huertita: se trata de un pequeño solar de unos 200 metros a lo sumo (vale, no soy arquitecta y calculo fatal los espacios) que desde hace años está abandonado y al que, tras una breve incursión de un colectivo que rápidamente se convirtió en un acuerdo con los dueños y los vecinos, se le dio un mejor destino.
Al tratarse de una huerta vecinal, todo el mundo es bienvenido, puedes participar llevando agua, semillas, ayudando con la creación de bancales, la limpieza de hierbas malas, echar una mano con el compost, etc. Eso sí, su principio es el de la agricultura ecológica (nada de pesticidas ni químicos). En cuanto a la organización, básicamente el horario seguro de reunión es los domingos de 6 a 8 de la tarde, pero el resto de los días, si te acercas, seguramente encontrarás a alguno de los más fieles a la huertita que se encargan de regar y mantenerlo todo en orden. Por cierto, se organizan tan bien que mantienen un calendario de riego online para que no se riegue más o menos de la cuenta.
Recogiendo los frutos en la huertita de Tetuán.
6 comentarios:
Qué gracia, publiqué un día antes, una entrada sobre la misma huerta!
http://gabachaimi.wordpress.com/2010/09/16/una-huerta-en-tetuan/
La verdad es que ignoraba todo de este rincón cuando lo descubrí la semana pasada.
Me llamó la atención por sus colores. Sólo después, al acercarme, me dí cuenta de que era una huerta.
Por desgracia, no había nadie cuando me pasé yo, así que agradezco poder leer tu texto y así informarme un poco más.
hola! pues me alegro de que encontraras el barrio interesante. Es una pena que no encontraras a nadie, probablemente porque te pasaste entre semana, yo me había pasado por allí el sábado cuando encontré a Noelia. Además, se suelen reunir los domingos. Esa es la hora segura. La próxima vez que vengas por Tetuán me das un toque y te llevo a conocer el barrio, ok? Ahora me paso por tu blog a ver lo que escribiste. Un abrazo!
Estas cosas alegran el barrio
Ahora que lo dices, creo que me pasé un viernes por la tarde...
¡Hecho! La próxima vez que me paso por Madrid, te aviso :)
De verdad que alegran el barrio, "el osorio". Justamente hoy domingo he vuelto, porque es cuando se reúnen en la huertita y quería llevarles unas garrafas de agua. Fíjate qué atractiva ha resultado esta historia que me encontré con un blogger de Madrid que se vino desde la otra punta para fotografiarlo y ponerlo en su blog. Si es que Tetuán empieza a sonar más allá de sus fronteras.
Un abrazo y a ti también "gabachaimi"!
Tengo muchas ganas de pasarme a dar una vuelta. A ver lo puedo hacerlo pronto. El tema de la "guerrillas urbanas" siempre me ha atraido mucho, y creo que en Madrid, se está empezando a concienciar la gente sobre el tema.
Saludos,
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